Afectar


1. Producir [una cosa] cierto efecto sobre algo o alguien.

Origen. Préstamo (s. XV) del latín affectus (nombre y adjetivo), procedente del participio pasivo de afficere “poner en cierto estado”, derivado de facere “hacer”. De la familia etimológica de hacer (V.)1.

Affectus del verbo afficio (ad + facio) refiere a toda acción que produce un cambio de estado, que deja marca, que perturba, que inicia un movimiento, que conmueve”2

Afectivo, lo


Tomando prestado el término del “giro afectivo” de las ciencias sociales, aquí se entiende “lo afectivo” como un dominio de intensidad y de indeterminación (Brian Massumi), como un campo de fuerzas y una categoría de análisis. Una forma de entender los sujetos, objetos y fenómenos desde una ontología relacional; donde sujetos u objetos emergen y se entienden en movimiento, en función de y en relación al encuentro; encuentro que además hace emerger o ‘superficiar’ (surface, como diría Sarah Ahmed) otros afectos e impresiones que le preceden.

Lo afectivo es una categoría de análisis que se ocupa de pensar y experimentar los continuos flujos, movimientos y fijaciones de sensaciones, emociones, impresiones, intensidades e indeterminaciones que constituyen el mundo.

Citando a Natalia Espinel3:

“El movimiento de los afectos, nos dice Sara Ahmed, implica no solo un proceso de movilización, sino de attachments, de apegos o lazos que nos conectan con los otros y con nuestro entorno.

‘Aquello que nos mueve, aquello que nos hace sentir, es al mismo tiempo aquello que nos mantiene en nuestro lugar o aquello que nos da (abrigo). Por lo tanto, el movimiento no corta (saca) al cuerpo del ‘lugar’, del ‘dónde’ de su habitar, sino que, al contrario, conecta cuerpos con otros cuerpos: los vínculos toman su lugar a través del movimiento, a través de ser movidos por la proximidad de otros’4”.

* * *
He aquí la definición de Jenni Lauwrens:
“Sin embargo, los autores mencionados anteriormente tienen formas ligeramente diferentes de definir el afecto y sólo es posible hacer algunas generalizaciones sobre la trayectoria intelectual del llamado ‘giro afectivo’ en su relación con el giro sensorial.

Centrado principalmente en los elementos constitutivos no discursivos de la experiencia cultural y la formación del sujeto, o, como dice Clare Hemmings, los teóricos del afecto de la ‘experiencia cualitativa del mundo social’ están más interesados en los ‘estados del ser' que en perspectivas sociales deterministas de la subjetividad72. En resumen, una teoría del afecto, sostiene Hemmings, ‘es todas nuestras experiencias afectivas que hasta la fecha se recuerden [...] en el momento de responder a una nueva situación’73. En otras palabras, según este punto de vista, los rastros (trazas) de las experiencias afectivas pasadas* se invocan incontrolablemente —o se 'registran' en términos de Hemmings— en la experiencia vivida, influenciando y dando forma a esos nuevos encuentros74. De esta manera, el cuerpo, con sus gustos, aversiones, deseos y repulsiones únicos, se reconoce operando en formas que no se pueden reducir fácilmente a una explicación a través de narrativas sociales y relaciones de poder. De este modo, al cuerpo sensorial se le concede una autonomía rechazada por el énfasis postestructuralista en el discurso y la interpretación5”. 

72    Claire Hemmings, ‘Invoking affect’, Cultural Studies, 19: 5, 2005, 551.
73     Hemmings, ‘Invoking affect’, 552.


1    Oxford Lexico
2    Maurette, Pablo. El sentido olvidado. Ensayos sobre el tacto. Mardulce, 2017. p. 59
3    Espinel, Natalia. Moverse hacia el otro. Fuerzas, afectos y afectaciones en el cuidado y responsabilidad por otros a través de la práctica del arteERRATA#19 | AFECTOS, AFECTIVIDADES Y AFECTACIONES. 2019
4    Ahmed, Sarah. The Cultural Politics of Emotion. Edinburgh, Edinburgh University Press, 2014. Traducción de Natalia Espinel
5    Lauwrens, Jenni. Welcome to the Revolution: The sensory turn and art history. p. 13. La traducción es mía.