Inserciones en libros devueltos a la biblioteca de la universidad.


En las palabras estamos condenados a compartir una voz. Y esta voz que me lee, la tuya, se encuentra conmigo, siempre.

Siempre pueden esperar estas palabras muertas hasta que vivan en alguien más.

Las palabras de esta cartita fueron dejadas de manera anónima en varios libros de la biblioteca de la Universidad de los Andes.